De manera inconsciente, la palabra liderazgo se asocia a una persona con responsabilidad, decisión, coraje y determinación a la hora de gestionar una empresa. Las mujeres históricamente han estado infrarrepresentadas en los puestos de liderazgo y, aunque ha habido progreso en las últimas décadas, todavía hay mucho camino por recorrer. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2019, solo el 28% de los puestos de dirección en todo el mundo eran ocupados por mujeres.
La presencia de mujeres en puestos de liderazgo puede ayudar a romper los estereotipos de género en el lugar de trabajo. Al tener más mujeres en las altas posiciones, se desafían las ideas preconcebidas de que los hombres son naturalmente más capaces en los negocios y las mujeres son más adecuadas para los roles de apoyo. Además, el liderazgo femenino puede mejorar la innovación y el rendimiento empresarial. El estudio Harvard Business Review ha demostrado que las empresas con más mujeres en puestos de liderazgo tienen un mejor rendimiento financiero y son más innovadoras.
Fomentar el liderazgo femenino
Por otro lado, el informe Women in the Workplace 2022 de McKinsey recomienda varios aspectos que las empresas pueden fomentar en su organización para ayudar a impulsar un mayor liderazgo femenino. De manera que, se deben establecer políticas y prácticas que promuevan y aceleren la igualdad de género y el acceso a oportunidades de liderazgo para las mujeres. Otra de las estrategias es que las empresas también proporcionen formación y desarrollo de liderazgo específicamente para mujeres y se aseguren de que existan oportunidades de mentoría y tutoría para las mujeres en la empresa. Las entidades también pueden abordar los prejuicios y las barreras de género a través de políticas de diversidad e inclusión. Esto puede incluir la implementación de prácticas de contratación inclusivas y la creación de una cultura empresarial que promueva la igualdad de género.
La brecha de género no desaparecerá de la noche a la mañana. De acuerdo con un informe de McKinsey & Company sobre diversidad en el lugar de trabajo, en 2020, las mujeres representaban solo el 38% de los puestos de nivel gerencial en todo el mundo. Para evitar datos como este, es imprescindible que la empresa organice una estrategia para fomentar el liderazgo femenino e impulse planes de acción en materia de igualdad de género.